Las fiestas de San Fermín o sanfermines, archiconocidas en todo el globo, es un festival que dura una semana y un día. Desde el 6 hasta el 14 de julio. En este festival se realizan muchas actividades, entre ellas los famosos encierros. Otra es la denominada “Chupinazo”, el chupinazo es el nombre que se le da al cohete lanzado los 6 de julio a las 12 del mediodía, este cohete anuncia a toda Pamplona que las fiestas de San Fermin Pamplona han comenzado, mucha gente se reúne en las inmediaciones de la casa consistorial de Pamplona(que es donde se lanza el cohete) para celebrar el inicio de los sanfermines. Este acontecimiento incluso se transmite por televisión.
La tradición del chupinazo se remonta a comienzos del siglo XX, el ayuntamiento de Pamplona encargaba este acto a una empresa en cohetes y pirotecnia, siempre el 6 de julio. Se lanzaba una serie de varios cohetes los cuales anunciaban el comienzo del festival. El acto carecía de emoción, sin embargo fue ganando adeptos y en los años 30 la gente comenzó a reunirse y conmemorar el chupinazo incluso algunos ciudadanos solicitaban que se les permitiera encender la mecha del cohete.
Esta tarea de encender la mecha la realizaría varios años el político navarro Juan Echepare Aramendía, por esos tiempos se establecería el chupinazo como una gran ceremonia de comienzo, esperada todos los años. Un concejal del ayuntamiento llamado Joaquín Ilundain fue el encargado de prender la mecha del primer cohete.
Se acostumbra a que la persona designada para encender el chupinazo haga una invitación al festival y aclame a San Fermín, si bien las frases siempre cambian, por lo general la frase usada es:
“Pamploneses, Pamplonesas, ¡Viva san Fermín! ¡Gora san Fermin!”
En 1941 se propinó el primer chupinazo desde la casa consistorial, antes de ese año se solía hacer desde la plaza del castillo.
En 1979 el alcalde de Pamplona Julián Balduz decretó que el designado para encender el chupinazo fuese elegido entre concejales del ayuntamiento de Pamplona, todos los alcaldes de Pamplona a excepción del mismo Balduz lanzaron alguna vez el chupinazo.
En algunas ocasiones los encargados de dar inicio a las fiestas de San Fermín no han sido concejales. Por ejemplo en el año 2000 se le dio el privilegio al jugador de fútbol César Palacios, capitán del Osasuna, en conmemoración de que ese año el equipo ascendió a la primera división del fútbol.